Hola queridos lectores, el
siguiente post tocará un tema actual en psicología y que es de suma importancia
atender por el contexto que vivos. Por lo tanto hoy hablaré sobre algunas estrategias,
técnicas y consejos que pueden ayudar a
mejorar la convivencia familiar, así como también mejorar nuestra comunicación
en post de una sana convivencia con nuestros seres queridos, ya que hoy en día,
la crisis por el COVID-19 ha llevado a
tomar medidas restrictivas de contacto esto incluye el confinamiento absoluto
de todos los miembros de la familia. Así que sin más que agregar pasemos al
asunto que nos concierne.
Los efectos de la pandemia en la
familia
Como ya se mencionó
anteriormente debido a la contingencia del COVID-19 el sistema familiar se ha
visto obligado a afrontar esta situación de manera imprevista. A medida que la
epidemia avanza, las familias tienen que pasar largos periodos en aislamiento.
Ante esto, los miembros de la familia pueden llegar a padecer problemas con el
estrés, surjan tensiones o crisis
emocionales que estallen en graves conflictos familiares, a tal punto de
emplear la violencia ya sea física o psicológica.
La crisis del coronavirus
supone una crisis accidental o inesperada para las familias. Su afrontamiento,
requiere, por tanto, de la adaptación de todos y cada uno de sus miembros a la
situación, cuyas reglas principales de acción vienen determinadas por el
sistema familiar en su conjunto, así como por el contexto social y cultural al
que pertenece.
Esto ha convertido al entorno
familiar en uno de los ámbitos donde la convivencia ha sido una experiencia
bastante compleja, ya que ha generado diversos cambios en la realización de
actividades y la incorporación de nuevos hábitos.
Para lo cual es necesario
intervenir y prevenir este tipo de situaciones a consideración de que se pueda
lograr mejorar, superar, gestionar, desarrollar una sana convivencia para así
poder tener una mejor comunicación familiar e incluso hacer que el entorno
familiar sea saludable para todos en su bienestar.
¿Cómo mejorar la convivencia
familiar? Estrategias para un ambiente saludable
Mientras pasan los días, las
actividades cotidianas en casa pueden llegar a ser motivo de preocupaciones,
ansiedad o estrés por lo que contar con estrategias para afrontarlas puede ser
de apoyo para todas las familias. Es importante de decir que tales emociones
son normales y podemos sobrellevarlas haciendo algunos ajustes a nuestras
rutinas.
Organización de tareas en la familia:
La permanencia indefinida y
forzosa en el hogar, conlleva que muchas familias se sientan desbordadas por el
exceso de tareas. De manera abrupta, aparecen cambios organizativos que
implican la multiplicación de algunas tareas, la inclusión de otras nuevas y la
atención simultánea a diferentes obligaciones en la familia y en el hogar. Ante
esto, es normal sentir preocupación, ansiedad y estrés, debido a la
desorganización y a la falta de control. Para evitarlo, se recomienda seguir
estas medidas:
• Dedica tiempo a pensar cómo se va a organizar la familia: por
ejemplo, realizar pequeñas reuniones familiares para la planificación del día.
• Establece prioridades: decide qué cosas se deben hacer y qué cosas
pueden esperar; deja las tareas que no son realmente necesarias para la parte
inferior de la lista de prioridades o eliminarlas por completo.
• Mantén rutinas diarias saludables: horarios de sueño, alimentación,
tiempo para el trabajo, tiempo para la realización de las tareas escolares,
tiempo de ocio, etc.
• Trabajad en las tareas del hogar juntos/as: esto ofrece tiempo a la
familia para comunicarse. Otra opción es distribuir las tareas del hogar entre los
distintos miembros de la familia para que la carga sea más liviana (intentar
distribuir las tareas en función de lo que pueda motivar a cada persona y
considerando las posibilidades de cada uno). Si la situación te lleva a estar
solo en casa, organiza las tareas por días o por momentos del día.
• Descansa durante periodos regulares de tiempo: un periodo de
descanso durante el día, después de un esfuerzo ya sea físico o mental te
ayudará a liberar tensión. Busca realmente algo que te aporte relajación: hobbies,
actividades lúdicas, practicar ejercicio, propiciar momentos agradables en el
día.
• Reconoce tus límites y sé realista: no te propongas actividades que
no puedas cumplir, rebaja tu nivel de exigencia.
Comunicación Familiar
En estos momentos, la convivencia
familiar se convierte en nuestro día a día, lo que nos permite que los valores
que, habitualmente, inculcamos a los más cercanos a través de verbalizaciones,
tengan más efectividad en las acciones y en el tiempo que pasamos juntos/as
durante una convivencia larga y estrecha.
Pero también, en esta
convivencia continua, interaccionan habitualmente el conflicto y la
comunicación. Las discusiones y conflictos son parte de las relaciones humanas
y familiares, el cómo las resolvemos hace la diferencia.
Las siguientes son algunas estrategias de comunicación que se pueden utilizar para resolver esos conflictos o discusiones que se lleven a cabo durante la crisis:
Escucha
a las personas que te rodean, entendiendo lo que te
quieren decir, aunque no compartas sus ideas.
- Permite que los demás se sientan cómodos/as al
hablar.
- Favorece que se den cuenta de que entendemos su
postura, aunque no la compartamos. Practica la empatía, somos capaces de
ponernos en su nivel.
- No caigas nunca en descalificaciones o minusvaloraciones
de otras ideas o sentimientos.
- No interrumpas el discurso de tus familiares.
Habla
con mensajes claros, evitando mensajes contradictorios y siendo
preciso en lo que quieres expresar.
- Emplea un tono y un lenguaje corporal positivo,
mirando a la persona con la que nos estamos comunicando.
- Ofrece mensajes positivos siempre que tengas
ocasión.
- Trata a tu hija/o, padre, madre, hermana/o (…)
con el mismo grado de respeto con el que esperas que te trate a ti.
- Habla y responde con respuestas que incentiven
una conversación, evitando frases como “porque lo digo yo”. Explica las razones
de forma tranquila.
Participa
y conversa activamente sobre lo que haces, pero también sobre lo
que piensas, sientes, esperas o temes.
Favorece
la comprensión y el respeto mutuo en la familia:
procura delegar y pedir ayuda cuando es necesario, sé tolerante con los fallos
de los/as otros/as y no olvides motivar a tu familia. La buena comunicación se
basa en comprender, colaborar, construir, respetar, escuchar y hacer partícipes
a los/as demás de las cuestiones de la casa, de la familia, de la organización.
Desarrolla
una comunicación asertiva
La comunicación asertiva en la
familia significa propiciar que las personas integrantes de la familia puedan
expresar sus opiniones de forma consciente, congruente, clara, directa y
equilibrada; con la finalidad de comunicar ideas y sentimientos, en la idea de
que esto no tiene la intención de herir o perjudicar a nadie, sino de generar
un estado interior en el que habite la confianza.
Desarrollar una comunicación
asertiva en la familia repercutirá de manera positiva en nuestra salud
emocional y mental, además de permitirnos ver la realidad con más claridad y
establecer relaciones sólidas con los miembros de la familia. Además, favorece:
●
Reducción del estrés.
●
Mejora de las habilidades sociales y personales.
●
Mejor control de los impulsos o la rabia.
●
Mejora la autoestima.
●
Incrementa el entendimiento de las emociones.
●
Te respetas y te ganas el respeto de los demás.
●
Mejoras tus habilidades para la toma de decisiones.
●
Incrementa la satisfacción personal.
Escuchar es una habilidad que se debe practicar, es una parte muy importante de la comunicación efectiva. Cuando los miembros de la familia se escuchan, les están mostrando que están interesados y que ponen atención a lo que estos quieren decir.
Escucha las razones del otro y trata de explicar las propias. Antes de que la discusión salga de control propongan continuar la conversación en un momento de mayor calma.A
continuación mostramos algunos consejos que pueden servir de ayuda a practicar
la escucha activa:
- Haga y mantenga contacto con la mirada. Si no se hace contacto con la mirada, los hijos pueden pensar que sus padres no están interesados en lo que dicen. Escuche con la boca cerrada. Pueden ofrecer apoyo por medio de una sonrisa o una caricia, sin interrumpir. Las interrupciones a menudo hacen que la persona que habla pierda su concentración, lo cual es muy frustrante.
- Haga saber a sus familiares que han sido escuchados. Una vez que han terminado de hablar, se deben mostrar que prestaron atención repitiendo lo que acaban de escuchar, con palabras diferentes, por ejemplo, “Parece que tuviste un día muy bueno en la escuela”. Es una oportunidad de aclarar las cosas si es que no entendieron algo o interpretaron mal lo que trataron de decir. Planeé regularmente reuniones de familia o tiempo para hablar.
- Una forma muy útil para las familias de comunicarse efectivamente es efectuar una comida juntos, pero para hablar, no para ver la televisión o estar con el celular. Una buena regla es que hablen por espacio de aproximadamente 30 segundos, y luego les pregunte algo o pida su opinión sobre lo que se ha hablado. El objetivo es que pasen información poco a poco y asegurándose que están atentos y comprenden lo que se les dice. Para los padres de familia deben buscar señales de que sus hijos ya están cansados. Estas señales incluyen la inquietud, falta de contacto visual, y distracción. Los padres deben saber cuándo comunicarse con sus hijos, pero deben también saber cuándo esperar a otra ocasión.
- Realice las preguntas indicadas. Algunas preguntas ayudan a mantener el curso de una conversación, mientras que otras la pueden parar en seco. Se deben evitar las preguntas que solo requieren respuestas de SI o NO. Necesitan tener cuidado de no hacer muchas preguntas cuando conversan con sus familiares. Cuando esto sucede, las conversaciones se convierten en interrogatorios y es más fácil que no se interesaren en participar.
- Exprese sus ideas y opiniones. Para que la comunicación sea efectiva, debe haber dos participantes. El objetivo es compartir ideas y sentimientos con la familia.
- Cultiva tus relaciones
- Acepta que el cambio es algo inevitable
- Evita tomar las crisis como problemas
insuperables
- Ten pensamientos constructivos
- Establece objetivos y metas que sean
alcanzables
- Acepta la realidad
- No tengas miedo de tomar decisiones
- Conócete a ti mismo y confía
- Cuida de ti y de tu entorno
- Habla con los demás de tus emociones
- Haz video llamadas con amigos o familiares,
habla con tu vecino, pregunta cómo está (no es necesario salir de casa).
- Habla con alguien que te haga sentir escuchado
(a).
- Escucha a los demás. A veces el solo hecho de
tener a alguien que nos escuche en momentos difíciles tiene un valor
incalculable.
- Juega, puedes compartir con tu familia juegos
de épocas o generaciones.
- Llama a un familiar amigo para preguntarle cómo
ha estado.
- Y, lo más importante si has hecho una serie de
acciones y te sientes vulnerable en tu salud mental es momento de pedir ayuda
profesional.
¿Cómo tratar con la ira en las discusiones?
La
ira es un punto a tratar cuando se trata de discusiones familiares o conflictos
por tanto lo realmente importante durante una discusión no es el motivo por el
que se discute, sino cómo se desarrolla la discusión.
Cuando sólo nos centramos en nuestras necesidades y nuestro punto de vista sin escuchar al otro, y no conseguimos que la otra persona nos dé la razón de manera inmediata, aparece un sentimiento de frustración que se traduce en ira y que nos va a impedir llegar a acuerdos. La ira es una emoción que, si no se gestiona, tiende a aumentar de manera desmesurada y termina controlando nuestras acciones de manera negativa.
Por lo tanto, evitar que nuestra ira aumente es la herramienta más eficaz para controlar esta emoción. La estrategia más efectiva que existe para conseguir controlar la ira consiste en parar la discusión y establecer distancia física, ya que permanecer en ese mismo escenario de conflicto con la persona o personas con las que estamos discutiendo sólo hace que la ira aumente. Es necesario cambiar de escenario para poder focalizar nuestra atención en otros estímulos que nos ayuden a rebajar la ira.
Una vez que se ha conseguido controlar la ira, se puede volver a retomar la conversación para llegar a acuerdos de manera satisfactoria.
¿Qué hacer cuando la ira aumenta durante una discusión?
- Emplaza a continuar la conversación cuando ésta pueda desarrollarse en un clima de tranquilidad.
- Sal de la habitación explicando que lo haces con el objetivo de facilitar que disminuya la tensión.
- Ante la obligación actual de tener que permanecer en casa, puedes buscar otras actividades que te ayuden a cambiar el foco de atención (escuchar música, jugar con nuestros/as hijos/as, darnos una ducha…).
- No sigas a la otra persona cuando se va a otra habitación. Respeta que es un tiempo para intentar controlar la ira.
- Lo más importante es prevenir que se produzcan las discusiones y no iniciar o seguir manteniendo una conversación si nos sentimos nerviosos. Por ultimo me gustaría recordar a todos que la situación actual es para:
- Ayudarnos unos/as a otros/as.
- Expresar lo que sentimos a nuestros seres
queridos, esos mensajes que con el estrés del día a día quedan relegados a un
segundo plano.
- Escuchar y conocer mejor a las personas que nos
rodean.
- Reconocer y dar visibilidad a los aspectos
positivos del otro y sus aportaciones a nuestra vida y al sistema familiar.
Y bueno queridos lectores
espero les haya gustado este Post que como siempre lo hago con todo mi amor
para ustedes, en particular este me agrado por que es importante seguir unidos,
en armonía con aquellos seres queridos que atesoramos y que siempre velan por
nuestro bienestar.
¡!!!HASTA PRONTO LOS
AMO¡¡¡
PD: DEJARE REFERENCIAS DE
LA INFORMACIÓN QUE LES PROPORCIONES
REFERENCIAS
Briseida,
G. (Comp.). (s, f.). Guía Acompañamiento y convivencia familiar:
Recomendaciones durante y después de la contingencia sanitaria por COVID-19.
Temixco: Facultad de Estudios Sociales, UAEM.
Browne, R. y Del Valle C. (2020). La comunicación en tiempos de pandemia. España: Ediciones Universidad de la frontera Apuntes de Coyuntura.
“CAF”. (2020). Guía para la convivencia familiar durante las crisis del COVID-19: Recomendaciones de los centros de apoyo a las familias del ayuntamiento de Madrid. Madrid: Aprome
“CNDH”. (s, f.). Entornos Familiares Sanos durante la cuarentena por COVID-19. México. Recuperado de: https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/documentos/2020-04/Entornos-Familiares-Sanos-Area-Medica-Psicologica.pdf
“Colegio de Bachilleres”. (s, f.). Acompañamiento a padres de familia por contingencia del SARS COV2 COVID-19. Recuperado de: : https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/551644/Acompa_amiento_a_padres_de_familia_durante_la_contingencia.pdf